jueves, 13 de marzo de 2008

LA FILOSOFÍA PERENNE


LA FILOSOFÍA PERENNE


1) Esta reflexión es como una continuación de la que hice antes aquí en torno a Aristóteles y en torno al método filosófico de la Analogía. Si ustedes leyeron aquel trabajo, si lo “trabajaron” interiormente, si han intentado comprender y llevar al pensamiento y a la vida este método capital de la Filosofía, entonces esta reflexión que ahora comenzamos será aún más iluminadora y abrirá nuevas “brechas” en su espíritu y construirá puentes en su alma y les inundará de hermosas y consoladoras interconexiones y analogías...


2) No se le dio el título de “Filosofía perenne” a la Filosofía “madre”, a la Filosofía “clásica”, a la prodigiosa Filosofía griega... No se le ha dado este título a la Filosofía Moderna ni a ninguna otra Filosofía en ningún tiempo de la historia... La historia, la reflexión de los grandes pensadores de todos los tiempos, han otorgado este título a la Filosofía de la Edad Media... La Filosofía de la Edad Media es la “Filosofía perenne”. Es decir, Filosofía “para siempre”, Filosofía “universal”, Filosofía “eterna”...


3) Pero, claro, no han faltado personas y grupos que, sin conocerla y estudiarla a fondo, han tildado a la maravillosa Filosofía de la Edad Media como “retrógrada” u “oscurantista”... Hoy, incluso, muchas escuelas en México y en el mundo pasan de largo y de prisa la Edad Media, como si no tuviese nada importante qué decir y qué enseñar al hombre moderno... La gran espiritualidad y el enorme sentido ético-religioso de los pensadores de esta época los hace “sospechosos” al espíritu moderno que es, por el contrario, más bien poco espiritual y antirreligioso. Hoy a pocos maestros y por lo tanto a pocos alumnos se les ocurre leer al gran Agustín o al genial Tomás de Aquino porque se piensa con prejuicio infundado que sus escritos serán meros sermones de sacerdotes y no invaluable e insondable sabiduría... Poquísimos leen y estudian a los pensadores herméticos o a los filósofos esotéricos de esa época, descalificando sin análisis su pensamiento como patrañas o tonterías... Siempre se ha dicho y se ha sabido que “la historia la escriben los vencedores”... La “historia” que hoy “circula” y “se sabe” sobre la Edad Media es la historia de los “vencedores” modernos y contemporáneos que encuentran incómodos muchos conceptos éticos y espirituales de la Edad Media...


4) A la Filosofía occidental de la Edad Media se le conoce también, aunque no es este un concepto preciso, como Filosofía “escolástica”: Su nombre viene de la especulación científico-filosófico-teológica que se cultivó y desarrolló en las ESCUELAS del medioevo, y que dieron origen más tarde a las UNIVERSIDADES...


5) Asomémonos, pues, al menos un poquito, a esta Filosofía… Nadie discute o rechaza el valor de los “clásicos”, pues en los “clásicos” (Pitágoras, Platón, Aristóteles) encuentran todos los filósofos, de cualquier color y de cualquier bandera, razonamientos y argumentos para apuntalar su personal filosofía... Los materialistas más acendrados, igual que los espiritualistas más enconados, encuentran, ambos, fundamentos a lo que afirman en Platón o en Aristóteles...

6) Pero no sucede así respecto a los filósofos de la Edad Media... Ante la “Filosofía perenne” de estos pensadores, para lograr fundamentar en ellos la propia filosofía, hay que pensar muy bien las cosas, hay que equilibrar las posturas, hay que sosegar las pasiones, hay que evitar los extremismos. Ni materialistas ni espiritualistas feroces pueden soportar la paz y la serena luz de la Filosofía perenne que pone a ambas filosofías en su equivocado sitio...

7) Ni ateos, ni fideístas... Ni la antropología que reduce al hombre a “lobo del hombre”, ni tampoco la antropología que pretende destronar a Dios a cambio del “superhombre”...

8) Es la deseada y buscada “Piedra filosofal” que es como la síntesis de la auténtica sabiduría... Piensen en cualquier problema ético o metafísico en la historia del pensamiento, y luego pónganse a nadar un poco en las aguas sosegadas y cristalinas de la Filosofía perenne y descubrirán la síntesis luminosa, el equilibrio perfecto...

9) Traigan a la reflexión cualquier confrontación epistemológica en la historia de la filosofía, y luego pósenla sobre las suaves arenas de la Filosofía perenne y contemplarán admirados cómo se resuelve luminosa y pacíficamente... “Piedra filosofal”, eso es para el verdadero buscador la Filosofía perenne, cuando la encuentra...

10) Pero… no nos confundamos. No se trata de una “vuelta al pasado”; no hablemos de la Edad Media como una especie de “paraíso perdido”... Se trata de que todo pensamiento moderno se nutra de las fuentes y se apropie de la profundidad y precisión filosóficas del medioevo para continuar el progreso en el conocimiento. ¡Se trata del presente! ¡Se trata de una Filosofía que es “perenne” y en ese sentido “siempre actual y moderna”...


11) En este sentido ha hablado Jacques Maritain, un filósofo contemporáneo, al decir: “Creemos que en un mundo nuevo y en la elaboración de un nuevo material se habrán de mostrar operantes aquellos principios espirituales y aquellas normas eternas de las que la cultura medieval en sus mejores tiempos nos ofrece sólo ‘una particular’ realización histórica, que, aun con sus defectos, es de una elevada grandeza”...

12) A nada ni a nadie rechaza la Filosofía perenne... Incluso el materialismo más feroz, por ejemplo, forma parte de la cosmovisión integral e integrada de esta Filosofía.

Como un círculo concéntrico muy alejado del núcleo del círculo (materialismo-espiritualismo), pero al fin y al cabo como parte del círculo de la verdad acerca del ser, del pensar y del hacer...

13) Lo único que rechaza con energía esta Filosofía perenne, siguiendo el mismo ejemplo, es que este materialismo feroz quisiese colocarse como núcleo central de la verdad acerca del ser, del pensar y del hacer... No rechacemos los aportes de cualquier materialismo, incluso del materialismo extremo, pero tampoco pretendamos concederles más de lo que realmente pueden aportar al pensamiento...

La Filosofía de la Edad Media es, por ello, una Filosofía abierta, contra lo que pueda decirse gratuitamente en contra de ella...

14) Entonces, como hoy y como siempre, había hombres, eclesiásticos o no, que no pensaban, que eran cerrados y que no respetaban los límites de las distintas competencias. Con hombres así, no pensadores, no filósofos, se tropezó, por ejemplo, Galileo, cuando fue obligado a desdecirse de sus afirmaciones perfectamente comprobadas y ciertas.

Pero esos hombres no eran los auténticos representantes de la Filosofía de la Edad Media, como hoy no son ni el cura de parroquia ni el maestro rural los verdaderos representantes de la Filosofía Moderna...

15) Y por ser una Filosofía abierta y conciliadora, se convierte en el PUENTE entre la Filosofía de la Antigüedad (1) y la Filosofía de la Edad Moderna (2)...

Es ella el “tercer término”, el número 3, que sintetiza, que trasciende, que concilia y unifica y realiza la verdadera Filosofía...

16) Este “puente” o “tercer término” o “visión tridimensional” es lo que en la exposición sobre Aristóteles compartí con ustedes hace poco como Método Analógico o Analogía.

Y es precisamente esta Filosofía Perenne la que recoge las enseñanzas de Aristóteles sobre el Método Filosófico y las completa y perfecciona...

17) De hecho, muchos atribuyen a San Alberto Magno, uno de los pilares de la Filosofía Medioeval, la fórmula tradicional que enuncia el método de la analogía y que se encuentra en la Tabla de esmeralda (de origen poco claro, aunque otros muchos conceden su autoría a Hermes Trimegisto): “Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de la unidad”...

Esta es la fórmula clásica de la analogía para todo lo que existe en el espacio: arriba y abajo. La fórmula de la analogía, aplicada al tiempo, sería: “Lo que fue es como lo que será, y lo que será es como lo que fue, para realizar los milagros de la eternidad”...

18) Ya he explicado, en mi reflexión anterior aquí, que para la ciencia el Método de la Analogía es su principio y fin, su alfa y omega, y que en relación a la filosofía especulativa y a la metafísica el Método analógico asume el mismo papel... Todas las conclusiones metafísicas descansan únicamente en la analogía o correspondencia que existe entre el hombre, la naturaleza y el mundo inteligible o metafísico. Así, las dos máximas autoridades de la más metódica y disciplinada de las filosofías –la escolástica medieval-, santo Tomás de Aquino y San Buenaventura (representantes el uno del aristotelismo y el otro del platonismo en la filosofía cristiana), no sólo se sirven de la analogía, sino que le asignan un importantísimo papel teórico en sus doctrinas.

Santo Tomás diserta sobre la analogia entis, la analogía del ser, que constituye la clave principal de su filosofía. San Buenaventura, en su doctrina de signatura rerum, interpreta la totalidad del mundo visible como símbolo del mundo invisible. A su juicio, el mundo visible no es más que otra Sagrada Escritura, otra revelación al lado de la contenida en la Sagrada Escritura propiamente dicha...

19) El concepto analógico para los fenómenos bio-psico-social-espirituales de la salud y el bienestar es “la homeostasis”...

es sumar y no restar... es “equilibrio”… es conjunción y no disyunción... es evitar y sanar las polarizaciones y extremos de la fisiología, o de la psique, o incluso del espíritu... Glucosa Y sodio, ambos, en equilibrio celular homeostásico… Vida Y muerte, ambas, en la dinámica intracelular e intercelular y de los tejidos... Razón y pasión, en una dinámica equilibrada de las emociones y del espíritu…

20) El concepto analógico para los fenómenos bio-psico-social-espirituales de la enfermedad es también “la homeostasis” u “homeopatía”...


21) Así que, el concepto analógico para los fenómenos del pensamiento, de la verdad, de la conducta, de la vida, no puede ser sino el mismo... Simplemente: “el justo medio”, el equilibrio, “la homeostasis”... Es en la Filosofía de la Edad Media donde encontramos la “homeostasis del pensamiento y de la vida”...

El acercamiento y el tratamiento que la Filosofía perenne da a los grandes problemas filosóficos es verdaderamente “homeopático” y logra una admirable “homeostasis” de síntesis e integración del pensamiento...

22) Tal vez, entonces, pudiéramos y debiéramos llamarle a esta Filosofía de la Edad Media, a la Filosofía perenne, la HOMEOFILOSOFÍA...

Por ser ella una filosofía que sana, que ilumina, que pacifica...



(Este tema continuará próximamente)

Álvaro, Artesano en Resistencia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy interesante tu trabajo. Gracias,

Antonio

Artesano en Resistencia dijo...

Gracias a ti, Antonio. Un abrazo!