LA FILOSOFÍA PERENNE
(Parte 3)
48) (Vean ahora la primera tríada del Hacer: Creación, Destrucción, Transformación)…
“Nada se crea. Nada se destruye. Todo se transforma”. Esta afirmación que nació inicialmente del pensamiento filosófico y que adquirió su sustento y su solidez en las doctrinas medioevales es hoy ya, por derecho propio, una afirmación también plenamente científica...
49) “Nada se crea…
51) Nada se destruye….
53) Comprendan y experimenten la profundidad de esta frase respecto al ser, respecto al conocer y respecto al hacer... Comprendan y experimenten en esta frase la ilusión del “1”: “Nada se crea…
55) Pero comprendan y experimenten en esta frase, sobre todo, la realidad y verdad del “
57) “Nada se crea…
59) Todo se transforma”...
61) Todo se transforma”...
63) Nada se destruye….
65) Todo se transforma”...
67) Nada se destruye...
69) “Nada se crea…
71) Todo se transforma”...
73) “Nada se crea…
75) Nada se destruye...
77) Todo se transforma”...
79) Nada se destruye….
80) Todo se transforma”...
81) Los invito a hacer un ejercicio interior: Piensa en algo que has hecho muy bien. Algo que has levantado, construido, creado. Algo que te enorgullece profundamente. Y ponle en tu imaginación el número 1. Y, luego, aunque duela, recuerda: ¡nada se crea! ¡Nada hay en realidad de lo que puedas enorgullecerte!...
¡Descubre el verdadero gozo, la verdadera paz!... Esto que enseña
85) ¿Y qué hago?... (Vean la segunda tríada del Hacer: Espontáneo, Voluntario, Integral)…
¿Lo que me nace, lo que me gusta, lo que me resulta espontáneo y natural? ¿O lo que me piden, lo que debo hacer, aunque no me guste o me cueste? Unos te predican en un sentido, otros en el otro. Tú mismo estás dividido pues para ti mismo respondes en un rumbo y respecto a tus hijos o tus compañeros de trabajo respondes en un rumbo distinto. ¿Qué hacer?...
86) Noten que, nuevamente, la respuesta de una visión homeofilosófica o integrada va en el rumbo de la “integración”.
Sumar y no restar. Multiplicar y no dividir. Conjunción (A “y” B), no disyunción (A “ó” B)...
87) En términos freudianos, los impulsos del “id”, frente a los ordenamientos del “superego”, han de integrarse en el “yo” que decide con madurez y equilibrio…
Dicho de otro modo: ¿Ser lo que soy o ser lo que decido ser?... ¿Fatalidad o libertad?... ¿Lo que me ha sido impuesto o lo que yo puedo conquistar?...
90)
91) ¿Cadenas que me limitan…
93) ¿Cadenas que me limitan…
95) …o alas para volar?...
97) Los invito a un ejercicio más, como los que se hacían en las escuelas de
¿Así me hicieron, así decidieron otros en mí, ó así me he conquistado y me he construido yo?... Cuando dices “yo soy así”, ¿estás diciendo que no puedes cambiar o mejorar, ó estás diciendo que pudiendo cambiar o mejorar no quieres hacerlo?...
99) ¿Eres como eres por una fatal obligación o eres como eres por libre decisión? ¿Ambas cosas? ¿Ninguna de las dos? ¿Hay tal vez un “tres” entre o por encima de ese “uno” y ese “dos”?... ¿”Gracia”, tal vez? ¿”Sobrenaturaleza”, tal vez?...
101) O, tal vez, nada se te dio al nacer. Tal vez tú decidiste tu existencia y el tiempo y el modo de ella. ¿Por qué no? ¿Por qué no?... ¿Será más verdad decir “yo no decidí nacer” que decir “yo lo he decidido todo sobre mí, incluso mi nacimiento”?...
¿Por qué no? Un Dios que es toda plenitud, toda inteligencia, todo amor, ¿no habrá podido encontrar el modo de preguntarte si querías ser y cómo ser?
Piensa en tercera dimensión, piensa homeofilosóficamente, piensa en dimensión de eternidad, y piénsate a ti mismo de un modo nuevo... Porque, esto que enseña
(Este tema continuará próximamente)
Álvaro, Artesano en Resistencia